Instituto Henry George ... Managua, Nicaragua

Retrocedemos con el Progreso Falso
21 Octubre 2003

Esta mañana tengo que levantarme a las 6:00 AM para estar pendiente de sacar la basura y vigilarla hasta que llegue el camión recolector. No puedo sacar una bolsa de basura y dejarla sin vigilancia porque los perros o los pobres de la calle van a abrir y tirar la basura y tendré que limpiarla varias veces. Entonces tengo que estar esperando el bendito camión como si fuera la segunda venida de cristo. A veces usa su campana, a veces no. No puedo dormir, tengo que estar allí pendiente como un pendejo esperando. No puedo sacar la basura en un barril plástico como en los países civilizados porque los pobres van a robar el barril y dejar tirado la basura. Si pongo cadena al barril, los pobres quitan las bolsas de plástico y revuelven a la basura y los del camión no pueden vaciar el contenido suelto porque el barril está encadenado.

Ya nos han robado de un barril, aun cuando el barril estaba dentro de la propiedad detrás de la verja cerrada. Desde entonces, tuvimos que levantar la verja más para evitar que los drogadictos del vecindario no pasen para entrar en la casa. Ya nos han robado el barril, un triciclo de niño, una manguera, finalmente penetraron en la casa y llevaron un reloj de pared.

Tal vez convenzcamos a la dueña que nos alquila esta casa a que instale una canasta metal elevada frente a la casa para poder sacar la basura sin tener que preocuparse de los perros, pero luego seguramente la gente la usaría como un basurero público y tendría que estar responsable por la basura de los demás.

Tal vez la solución sea emplear una persona solamente para estar allí esperando al camión de basura en las mañanas, efectivamente para vigilar a los pobres y cuidar basura. ¡Ahora, sí vamos generando empleo!

Esto es solo un ejemplo de los frutos del "progreso" bajo condiciones que no permiten una distribución justa de la riqueza. Más perdidas de tiempo y dinero tratando de hacer cosas tan básicas y sencillas como debe ser sacar la basura, más verjas contra los delincuentes drogadictos desesperados, más inseguridad, más gastos absurdos innecesarios de nuestro tiempo, energía y dinero. Esto es lo que trae la "nueva era" o cualquier otro regimen que no resuelva el problema real de Nicaragua: la desequilibrada injusta distribución de la riqueza.

La causa de la creciente pobreza y degeneración social en medio del "progreso" no es una falta de riqueza o capital ni un exceso de población; no es una cuestión del tamaño de la torta; la causa de la pobreza en Nicaragua se encuentra en la perversa distribución de la riqueza engendrada por el privilegio institucionalizado en el régimen tributario que permite que los valores naturales comunales soberanos del país queden privatizados y que los valores verdaderamente privados generados por la iniciativa privada sean confiscados por el estado por medio de los múltiples impuestos.

La solución es sencilla: nacionalizar los valores naturales del país por medio de un impuesto sobre el valor de la tierra y los monopolios naturales y eliminar todos los impuestos sobre el trabajo y el fruto del trabajo (la riqueza material). Ningún otro remedio ha funcionado y nunca funcionará para aliviar la pobreza y la inseguridad social para la mayoría mientras al mismo tiempo garantizando la libertad de la empresa privada y el libre comercio.

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